Puerto Rico Neurosurgery Residents Relocation Fund

En los pasados días nos enteramos de  la catastrófica noticia de que la única residencia de Neurocirugía en Puerto Rico y el Caribe ha perdido su acreditación.
Lo que significa que en los próximos meses Puerto Rico pierde la capacidad de producir neurocirujanos. Mas importante aún es que al momentos existe una escasez extrema de neurocirujanos, y el unico centro que atiende las emergencias a nivel isla perdera la capacidad de atenderlas. Y se complica mas el panorama cuando Puerto Rico, en el mejor de los escenarios, podrá graduar otro neurocirujano dentro de un mínimo de 12 años, especificamente para el 2031. 


De manera sorpresiva los residentes que actualmente estan cursando su  residencia, pierden su oportunidad de continuar entrenando en Puerto Rico y se ven obligados a reubicar sus familias y sus vidas a un estado que aún desconocen.  
Estos residentes son los que día a día y a cualquier hora; sin importar fines de semana, días feriados, y noches, atienden a nuestros familiares y amigos que llegan al hospital de Centro Médico referidos de toda la isla y el Caribe salvando múltiples vidas todos los días. 
Los residentes del programa de Neurocirugía evalúan pacientes con cualquier condición neuroquirúrgica, y esta labor la hacen con gusto pues aman lo que hacen.


El camino para llegar a una residencia de neurocirugía no es fácil, pues al ser uno de los campos más competitivos de la medicina, conlleva muchos sacrificios para lograr ser un estudiante y candidato sobresaliente y así poder asegurar una posición en un programa de entrenamiento.  Luego estos galenos pasan 7 años adicionales al entrenamiento de universidad y la escuela de medicina para llegar a ser un neurocirujano, pasando así alrededor de 15 años para lograr su meta. 


Hoy, en un abrir y cerrar de ojos estos jovenes han perdido sus sueños inmediatos, además de poner en riesgo el bienestar de sus familias, pues  muchos de ellos  son padres de familia, aparte del hecho que todos habian escogido entrenar en Puerto Rico.  Ahora se ven obligados a comenzar un proceso de solicitudes y entrevistas para así trasladarse a algún programa en Estados Unidos, el cual aún no conocen con seguridad.  Esta reubicación implica unos gastos extensos e inesperados entre ellos licenciaturas, proceso de credenciales, transporte, mudanza, hospedaje etc... para los cuales no han tenido oportuniad de preparase.
Yo como residente de 6to año tengo la bendición de poder graduarme de este programa y continuar sirviendo a mi isla, pero les pido por favor nos ayuden a poder darle una pequeña aportación a mis compañeros que no corren la misma suerte que yo, y ahora tienen que cambiar el rumbo de sus vidas, por situaciones fuera de su control. 


Ninguna aportación es muy pequeña.
Si no puedes hacer donación monetaria ayúdanos difundiendo esta página.

¡Gracias por su cooperación!


No act of kindness, no matter how small, is ever wasted. -Aesop



**Esta iniciativa no es auspiciada ni patrocinada por la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ciencias Medicas o la Residencia de Neurocirigía, es una iniciativa de este individuo que desea ayudar a sus hermanos y coresidentes del programa
**Todos los fondos recaudados, serán dividos equitativamente entre los actuales residentes que se han visto obligados a reubicarse inesperadamente.  




This past week we were given the devastating news that the only Neurosurgery Residency program in Puerto Rico and the Caribbean had lost its accreditation. This is a catastrophic situation for the island of Puerto Rico and its people as Puerto Rico loses its capacity to produce new neurosurgeons and there is already a severe scarcity of these and other specialists on the island. In the best of cases, after 2022 Puerto Rico has to wait 12 years to produce 1  fully trained neurosurgeon.


This group of brilliant, hard-working, and compassionate physicians in the UPR-RCM Neurosurgery program, work tirelessly day in and day out, during weeks, weekends, holidays, and nights, taking care of the neurosurgical emergencies referred to Centro Medico de Puerto Rico from the whole Island and Caribbean, many times because the other hospitals in the island do not have the capability to care for many of these emergent situations. Despite being extremely overworked these residents, take care of our family members and friends gladly because they get a chance to do what they love, and what they have been preparing their whole young adult lives to do.
Unfortunately and ever so suddenly and unexpectedly, due to situations that are out of their control, they are now forced to scramble to find a new residency spot, many having to repeat already trained years, and in a new location, of which they have yet to have any certainty.  This situation involves a lot of new relocation expenses such as licensing, credentialing, travel, transport, housing, etc... all of which they have not had any time to prepare for. 


Fortunately in my case, as the future Chief Resident, I will be the last neurosurgeon to graduate from my beloved UPR-RCM program, but my fellow co-residents were not so lucky. 
I ask that you please cooperate, in any way you can to aid these residents in these uncertain and despairing times. No contribution is too small. 
If you cannot make a contribution, please help us and share this page!


We thank you all for your assistance and help!



No act of kindness, no matter how small, is ever wasted. -Aesop


**This funding campaign is not hosted or sponsored by the University of Puerto Rico or Recinto de Ciencias Médicas or its Neurosurgery Program, it is a sole initiative from an individual trying to help his fellow co-residents.
** All the funds raised will be divided evenly between the current UPR-RCM residents who have suddenly been forced to relocate.