Help Steve walk again

On April 24, 2024, our world was shattered when my dad, Steve Campana, was involved in a horrific car accident. We came so close to losing him that day, but by some miracle, he survived. Unfortunately, the accident left him unable to use his hands, walk, or carry out the daily activities that once defined his life. Now, my mom is his full-time caregiver, a role she embraces with immense love but with the heavy burden of inadequate insurance coverage. The type of intensive therapy my dad needs is critical for any hope of recovery, but it comes with a staggering cost of $50,000 per year—an amount far beyond our means. Additionally, my dad faces daily struggles with incontinence and a persistent pressure sore that refuses to heal. This means he is constantly in need of briefs, wipes, gloves, and other medical supplies that are not only essential but also costly. We also need to secure a wheelchair and a shower commode wheelchair, both of which are not covered by our insurance. Transportation to his numerous doctor appointments is another challenge. Each trip costs $120, and with frequent visits, this quickly becomes a significant financial strain. Your support could be the beacon of hope we desperately need. With your help, we can provide my dad with the care, therapy, and essentials he requires. Most importantly, it would give him the chance to regain some of the mobility and independence that he has lost. Thank you for considering a way to make a profound difference in our lives.


El 24 de abril de 2024, nuestro mundo quedó destrozado cuando mi padre, Steve Campana, estuvo involucrado en un terrible accidente automovilístico. Estuvimos muy cerca de perderlo ese día, pero por algún milagro sobrevivió. Desafortunadamente, el accidente lo dejó incapaz de usar las manos, caminar o realizar las actividades diarias que alguna vez definieron su vida. Ahora, mi mamá es su cuidadora de tiempo completo, un rol que asume con inmenso amor pero con la pesada carga de una cobertura de seguro inadecuada. El tipo de terapia intensiva que mi padre necesita es fundamental para cualquier esperanza de recuperación, pero tiene un costo de 50,000 dólares al año, una cantidad que está muy por encima de nuestras posibilidades. Además, mi papá enfrenta problemas diarios con la incontinencia intestinal y una úlcera persistente que se niega a sanar. Esto significa que necesita constantemente pañales, toallitas, guantes y otros suministros médicos que no sólo son esenciales sino también costosos. También necesitamos asegurar una silla de ruedas y una silla de ruedas para ducharse, las cuales no están cubiertas por nuestro seguro. El transporte a sus numerosas citas médicas es otro desafío. Cada viaje cuesta 120 dólares y, con visitas frecuentes, esto rápidamente se convierte en una gran carga financiera. Su apoyo podría ser el rayo de esperanza que necesitamos desesperadamente. Con su ayuda, podemos brindarle a mi papá la atención, la terapia y los elementos esenciales que necesita. Lo más importante es que le daría la oportunidad de recuperar parte de la movilidad e independencia que ha perdido. Les agradecemos por considerar una manera de marcar una profunda diferencia en nuestras vidas.