Ayuda para tratamiento ePIPAC en Madrid

Hola me llamo Silvia, tengo 40 años y dos niños uno de 12 y una niña de casi 4 años. Soy de León y estoy atravesando un cáncer muy agresivo llamado adenocarcinoma mucinoso de Yeyuno con carcinomatosis peritoneal estadio IV.

EL TRATAMIENTO

Tras diferentes intervenciones, mis médicos oncólogos han descartado realizarme otra operación para limpiar los implantes porque he tenido una recaída muy rápida, por lo que he buscado otra alternativa. Mi principal opción ahora mismo es realizarme un tratamiento experimental basado en unas sesiones de ePIPAC.

Para aquellos que no lo saben, ePIPAC es intervención mínimamente invasiva, que solo requiere realizar dos o tres pequeñas incisiones de un centímetro, y consiste en administrar por laparoscopia dentro del abdomen quimioterapia convertida en aerosol y presurizada (PIPAC). A esto se le añade la última tecnología de ePIPAC, que consiste en añadir una precipitación electrostática para aumentar la penetración de la quimioterapia en los nódulos tumorales y mejorar la distribución de esta dentro del abdomen.

Cada sesión de ePIPAC tiene un coste de 11.110 euros, y, en un principio, necesitaría 3 sesiones combinadas con quimioterapia para después revaluar y realizarme un HIPEC (quimioterapia intraperitoneal hipertérmica).

MI HISTORIA

Esta pesadilla comenzó hace dos años cuando iba a urgencias y me enviaban a mi casa diciendo que tenía unos simples gases. Suplicaba que me hicieran un escáner cada vez que iba pero solo se me realizaban análisis de sangre, radiografías y ecografías.

Llegué a ir hasta 7 veces a urgencias, hasta que me desmayé en casa después de 4 días vomitando. Fue entonces cuando un doctor se hizo cargo de mi caso. Fue muy difícil de diagnosticar debido a la localización del tumor y pasé por momentos muy duros y muchas y diversas pruebas médicas.

Ya he pasado por dos operaciones y el tratamiento de ePIPAC ahora mismo es mi última baza.

En la actualidad tan solo estoy recibiendo quimioterapia paliativa con bomba en casa, que sirve para que el cáncer no siga creciendo, pero no para curarlo.

Durante este proceso, el bar donde trabajaba también cerró, dejándome sin empleo a pesar de estar de baja. Sin embargo, los ingresos de la baja no son suficientes para cubrir mis necesidades.

¡Granito a granito haremos el castillo!

Si pudieses ayudarme con lo que esté en tu mano, incluso compartiendo mi historia, te lo agradecería de corazón.

¡QUIERO VIVIR Y VER CRECER A MIS NIÑOS!

¡Muchas gracias por vuestro tiempo y solidaridad! ¡Quiero ganar esta batalla!