Ayúdame a impedir que echen a mi abuela de su casa
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Hola, me llamo Alba y, por suerte, soy nieta de una mujer maravillosa. Mi abuela Mila ha dedicado toda su vida al cuidado de los demás: desde sus primos más pequeños, pasando por sus sobrinos, sus hijos y sus nietas. Hasta el día de hoy sigue cuidando como puede a todo aquel que le rodea. Siempre lo ha dado todo por los suyos con los ojos cerrados y sin pedir nada a cambio. Es la persona más bondadosa que conozco. Nos ha enseñado el amor a todas las personas que ha criado. Y, como no podría ser de otra manera, mi abuela y yo mantenemos una relación muy estrecha y especial.
Mila nació en 1940 en la misma planta baja de la que ahora es y ha sido siempre su casa, su hogar. Como es tradición en muchos pueblos, al casarse ella y su hermano, sus padres construyeron una finca de tres alturas, y aquí ha vivido desde entonces. Aquí en Burjassot, el que es su pueblo, ha hecho vida durante 84 años. Ha visto cómo las fábricas de seda de la calle contigua se convertían en fincas de pisos porque la población crecía más y más; cómo han asfaltado las calles y levantado edificios; cómo han desaparecido alquerías y han construido hasta un campus universitario. Es raro el día que va por la calle y no se para saludar cinco veces. Este es su entorno y aquí están su vida, su rutina y todas sus relaciones.
Mi abuela, sin embargo, lleva muchos años sumida en una depresión sumada a un trastorno generalizado de ansiedad que la incapacita para hacer vida normal. Tiene continuas pesadillas y terrores nocturnos. Muchos días no tiene fuerzas para levantarse del sillón. Toma medicación diaria para su salud mental y, en los últimos años, se le han sumado algunas dolencias propias de la edad, como vértigos y problemas cardíacos. La fuerza que le empuja a mantener algo de vitalidad es, precisamente, su rutina de cuidado hacia los demás. Los días que se ve con ánimo le gusta preparar uno de sus ricos arroces o hacer alguna colada. Los mejores días del mes incluso se anima a que le acompañe a hacer alguna compra y saludar a alguna vecina, pero ya casi a penas puede salir de casa.
Hace unos 17 años, durante el boom de la burbuja inmobiliaria, accedió a poner su casa de aval para el negocio de un familiar cercano. La casa que tanto trabajo le costó a mi abuelo pagar durante años. La quiebra de ese negocio llegó poco después de la muerte de mi abuelo, y mi abuela quedó destrozada. La mayor parte de mi familia fue embargada, y mi abuela tuvo que vivir entonces el deshaucio del que era la caseta familiar en Olocau, donde tantos veranos habíamos vivido. De la mano de esto, vino la preocupación por lo más importante: la casa de mi abuela. Primero se la quedó el banco y, más tarde, pasó a manos de la inmobiliaria Aliseda. En el año 2017, y tras muchos años de incertidumbre y angustia, conseguimos un contrato de alquiler social de 5 años de duración. Pero en el 2022 regresó la pesadilla.
Durante estos dos últimos años hemos luchado por negociar la renovación anual de este contrato, pero Aliseda nos ha dejado muy claro que este 2024 no tienen ningún interés en gestionar alquileres y que su necesidad urgente es vender la casa. Este mes de octubre termina la renovación anual del alquiler, y nos han vuelto a exigir entregar el piso vacío y las llaves de toda una vida.
Es por todo esto, que la desesperación por devolver a mi abuela todo el amor que nos ha entregado, me lleva a pedir la colaboración externa para tratar de conseguir la única opción que nos ofrecen: volver a comprar la vivienda. Y permitir que mi abuela viva sus últimos años con la mayor paz posible. Sueño con poder conseguir los ahorros suficientes para la entrada de una hipoteca, y así conservar también todos la casa que nos ha visto crecer. En caso de que no se llegue a la cantidad suficiente, la recaudación irá destinada al pago de un alquiler que le permita no alejarse demasiado de su lugar en el mundo.
Estamos eternamente agradecidas, y cualquier donación, por pequeña que sea, nos ayudará a alcanzar la tranquilidad que hace 17 años que mi familia ansía.
Un abrazo de Mila y Alba
Organizer
Alba Cortina
Organizer
Burjassot, VC