Ayudemos a Juliet a reencontrarse con sus pequeños

Hola, esta es la historia de mi hermana Juliet. Ella es una joven mamá que sueña con reencontrarse con sus pequeños.

Hace algo más de un año Juliet viajó a Europa desde Colombia dejando atrás a sus pequeños para buscar un futuro mejor, como cualquier otro migrante. Llegó sola, con pasaporte y maleta en mano. En su interior algunas mudas de ropa y un par de fotos. En el bolsillo unos ahorros para subsistir. Una enfermedad sobrevenida e incurable lo ha cambiado todo.

A sus 36 años, Juliet ocupa una cama hospitalaria en la Unidad de Cuidados Paliativos, a más de 7.000 kilómetros de sus pequeños. A pesar de que su diagnóstico no es favorable, su voluntad es infinita y lucha contra viento y marea para ganar la batalla al cáncer. Duerme junto a su Biblia a la que se aferra por momentos, porque la fe mueve montañas y la esperanza es lo último que se pierde. A su derecha una ventana por la que cada mañana brilla el sol. A sus pies un sofá improvisado por el personal de planta que ahora es mi casa. Por fortuna Juliet me tiene a mí. Yo soy su hermana menor y único familiar en España. Yo también tenía un sueño y luchaba por él. No dudé ni un momento en dejarlo todo para estar a su lado. A su izquierda la puerta del nuevo sueño.

Nuestros sueños han cambiado. Un trabajo a jornada completa, una residencia temporal o un alquiler de larga estancia ya no son la prioridad. Juliet ahora tiene otro gran sueño: que sus pequeños crucen la puerta de su izquierda, poder abrazarlos, compartir momentos y llorar de alegría y no el vacío de su ausencia. Mi nuevo sueño es ver cumplir el suyo.

Ya van dos largos meses desde la hospitalización de Juliet. Desde el primer día lucha contracorriente y, entre dolores y rescates de morfina, su gran sueño viene ganando a la metástasis. Es amor de madre.

El camino para que el gran sueño de Juliet se cumpla no está resultando fácil. Se necesita un tesoro llamado tiempo y también una cantidad importante de dinero. A los trámites burocráticos se suman los gastos. La capacidad económica de la familia no alcanza para un desplazamiento inmediato de los niños. Ellos tienen 10 y 12 años y necesitan viajar acompañados de un adulto que será nuestra madre. Necesitamos recaudar una cantidad económica que nos permita comprar los billetes de avión, de ida y vuelta, desde Colombia a Fuerteventura, además de una reserva para cubrir parte de los gastos de estancia.

No hay dinero que pueda comprar una vida, pero si que ayude a cumplir un sueño.

En nombre de toda la familia agradecemos enormemente tu donativo.