Our Beloved: Bonifacia Madrigal-Radillo
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En Memoria Amorosa de Bonifacia Madrigal-Radillo: una Madre y Abuela Abnegada y Resiliente
Con el corazón dolido, compartimos el fallecimiento de nuestra querida madre y abuela, una mujer cuya vida fue un jardín de fe, resiliencia y amor infinito. Fue una flor que floreció en todas las estaciones, con una fortaleza que ninguna adversidad pudo marchitar. Nacida en una finca de café en México, creció con humildad, aprendiendo a apreciar las bendiciones más simples de la vida. En 1991, arrancó valientemente sus raíces y trajo a sus hijos a una nueva tierra, con solo sus sueños, su valentía y una fe inquebrantable en Dios y en Nuestra Señora de Guadalupe.
Su vida fue una de sacrificio y devoción, sembrando semillas de amor y compasión en cada vida que tocó. Incluso después de que un trágico accidente la dejara físicamente debilitada, su espíritu permaneció inquebrantable. Como una flor que soporta la tormenta más feroz, continuó cuidando de los demás, llenando corazones y hogares con calidez, risas y comidas que sabían a hogar y amor.
Su fe fue una luz que la guiaba. Rezaba con un corazón lleno de esperanza, elevando a todos los que amaba, sus bendiciones como pétalos al viento. En sus últimos meses, soportó un sufrimiento inimaginable, luchando valientemente contra el dolor hasta que ya no pudo sostenerse más. Nos dejó como vivió: fuerte, amorosa y arraigada en la gracia de Dios.
El corazón de nuestra madre y abuela fue un jardín; su amor, una flor que florecerá para siempre en nuestras vidas. Deseamos honrarla con una despedida llena de la gracia y la belleza que ella nos dio a todos. Cualquier apoyo nos ayudará a darle el descanso digno, con flores y amor, que tanto merece.
Gracias por ayudarnos a celebrar su memoria y por ser parte del jardín de amor que dejó atrás.
Con sincero agradecimiento,
La Familia Madrigal
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In Loving Memory of Bonifacia Madrigal-Radillo: a Selfless, Resilient Mother and Grandmother
With heavy hearts, we share the passing of our beloved mother and grandmother—a woman whose life was a garden of faith, resilience, and boundless love. She was a flower that bloomed in every season, with a strength that no hardship could wither. Born on a coffee farm in Mexico, she grew up with humility, learning to cherish life’s simplest blessings. In 1991, she courageously uprooted her life, bringing her children to a new land with only her dreams, her courage, and unwavering faith in God and Our Lady of Guadalupe.
Her life was one of sacrifice and devotion, planting seeds of love and compassion in every life she touched. Even after a tragic accident left her physically weakened, her spirit remained unbroken. Like a flower enduring the fiercest storm, she continued to care for others, filling hearts and homes with warmth, laughter, and meals that tasted of home and love.
Her faith was a guiding light. She prayed with a heart full of hope, lifting up everyone she loved, her blessings were like petals in the wind. In her final months, she endured unimaginable suffering, fighting bravely through pain until she could hold on no more. She left us as she lived: strong, loving, and rooted in God’s grace.
Our mother/grandmother’s heart was a garden, her love a flower that will forever bloom in our lives. We wish to honor her with a farewell filled with the grace and beauty she gave to all of us. Any support will help us lay her to rest with the dignity, flowers, and love she so richly deserves.
Thank you for helping us celebrate her memory and for being part of the garden of love she left behind.
With heartfelt gratitude,
The Madrigal Family
Organizer
Andrea Madrigal-Diaz
Organizer
Los Angeles, CA