Crónica de un Guerrero
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Hola soy Jhoana Córdova y quiero compartir la historia de mi familia.
El 19 de agosto de 2022 marcó un punto de inflexión en la vida de nuestra familia. Ese día, mientras mi esposo Pablo de 38 años, se encontraba entregado a su labor diaria, el destino decidió lanzarle un desafío insuperable. Un infarto cerebral repentino lo sorprendió en medio de sus quehaceres laborales, sumiéndolo en una batalla contra lo desconocido.
Lo que siguió fue un viaje tumultuoso a través del incierto territorio de los hospitales y la atención médica. La urgencia de la situación no dejaba margen para la reflexión; el tiempo se convirtió en un enemigo implacable. Sin embargo, la primera parada en la sala de emergencias se convirtió en un giro inesperado y desgarrador.
El diagnóstico inicial resultó ser un error trágico. En lugar de abordar el infarto cerebral que amenazaba su vida, los médicos se centraron en tratar un sangrado estomacal, que nunca apareció, lo que desencadenó una serie de eventos desafortunados. Mientras luchaba por su vida en una cama de hospital, mi esposo sufrió más infartos, sin recibir la intervención adecuada que podría haber evitado un deterioro mayor.
Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses. Mi esposo se sumergió en un estado de coma que desafió las predicciones más sombrías de los médicos. Los informes médicos fluctuaban entre la muerte cerebral y un estado de coma vigil, manteniendo nuestras esperanzas en un equilibrio precario.
A medida que el tiempo avanza, nos aferramos a la frágil esperanza y nos sumergimos en un mar de terapias y consultas médicas. Cada pequeño avance se convierte en un rayo de luz en medio de la oscuridad. Mi esposo comienza a mostrar signos de progreso: comer con su mano, incluso ya intentar silbar. Sin embargo, los desafíos son abrumadores.
La afasia y la cuadriparesia se alzaron como obstáculos formidables en el camino hacia la recuperación completa. Mi esposo lucha por comunicarse y moverse, enfrentando una realidad que se había transformado por completo. Mientras tanto, los costos de su atención médica se acumulan rápidamente, creando una carga financiera que amenaza con ahogarnos.
Como esposa y madre de dos preciosas niñas, mi determinación se convirtió en una fuerza imparable. Mis hijas merecen crecer con su padre presente y amoroso. Yo merezco recuperar al hombre que amo y admiro. Con cada respiración, con cada latido de mi corazón, me aferro a la esperanza de una mañana mejor.
En medio de la adversidad, la Fe, la presencia de Dios se ha convertido en nuestra aliada más poderosa. Familiares, amigos y desconocidos se han unido para ofrecer su apoyo incondicional, brindando una red de amor y compasión que sostiene nuestros corazones cansados.
Hoy, mientras escribo estas palabras, el viaje aún no ha llegado a su fin. Mi esposo continúa su lucha valiente, enfrentando cada día con una determinación inquebrantable. Su camino hacia la recuperación es largo y lleno de desafíos, pero estamos decididos a caminar juntos, paso a paso, hasta el final.
Nuestra historia es la historia de un papá guerrero, cuya fortaleza y coraje trascienden las palabras. Es la historia de una familia unida por el amor, desafiando todas las probabilidades en busca de la luz al final del túnel. Y aunque el futuro sigue siendo incierto, estamos seguros de una cosa: mientras haya amor, habrá esperanza.
Porque en el corazón de esta crónica, late el mensaje más poderoso de todos: el amor es más fuerte que cualquier adversidad, y juntos, podemos superar cualquier desafío que la vida nos presente.
Me dirijo a ustedes en busca de ayuda. Cualquier contribución, por pequeña que sea, nos acercará un paso más hacia la recuperación de mi esposo y la restauración de nuestra familia. Nos aferramos a la esperanza de un futuro mejor, y con su generosidad, sé que podemos lograrlo juntos.
Gracias por escuchar nuestra historia, por abrir sus corazones y por ser parte de nuestro viaje hacia la luz al final del túnel.
Organizer and beneficiary
Jhoana Cordova
Organizer
Regina, SK
Silvana Guerrero
Beneficiary