Help Letty Smile Again After COVID-19 Battle

Hello, my name is Maria De Jesus, age 58, and I’m a wife of 41 years together with my wonderful husband, Pastor Freddy Martir, mother to three beautiful children, and Pastor for 13 years at Iglesia Pentecostal Rescatando Almas Para Cristo in Sanford, Florida.

In 2020, I was rushed to Advent Health in Apopka, Florida, feeling extremely ill. I was diagnosed with pneumonia and sent home. But my condition quickly worsened — I developed a high fever and could no longer breathe. Three days later, I returned to the hospital… and that’s the last thing I remember.

I was placed in a medically induced coma and transferred to Advent Health in Orlando. I was intubated, connected to an ECMO machine, and given little chance of survival. My family was told to say goodbye. But my daughter Leslie, my husband Freddy, and many faithful friends and loved ones refused to give up. They united in prayer, and my husband even went live online to pray for me — and for others also fighting for their lives.

Against all odds, after 41 days in a coma, I woke up — alive. I had survived COVID-19, respiratory failure, multiple organ shutdown, and even convulsions that occurred while I was hospitalized and in recovery. My memory was deeply affected, and my body was weak, but by the grace of God, I returned home to my family.

Today, I’m still facing ongoing health challenges: lupus, heart disease, COPD, and recently, I was diagnosed with lung nodules and “ground glass” in my lungs. On top of that, due to the intubation, convulsions, and complications, my front teeth became loose — and during a seizure episode, I fell and lost one completely. This has impacted not only my confidence, but also my ability to speak and smile freely as I minister to others.

The dental work required to restore my smile and prevent further bone loss is urgent and is estimated at $6,000. I’ve already exhausted so much financially due to years of medical care, and I humbly ask for any donation you can give from the heart. No amount is too small.

Due to the missing tooth, I'm already losing bone, and the dentist says the procedure must happen soon to avoid greater complications.

Your support means the world to me.

Thank you for reading my story, standing with me in faith, and helping me smile again.

May God bless you always.

Traduccido en Español ❤️

Hola, me llamo Maria De Jesús, me dicen Pastora Letty De Jesus, tengo 58 años y llevo 41 años casada con mi maravilloso esposo, el pastor Freddy Mártir. Soy madre de tres hermosos hijos y pastora durante 13 años de la Iglesia Pentecostal Rescatando Almas Para Cristo en Sanford, Florida.

En 2020, me llevaron de urgencia a Advent Health en Apopka, Florida, sintiéndome muy enferma. Me diagnosticaron neumonía y me enviaron a casa. Pero mi condición empeoró rápidamente: tuve fiebre alta y ya no podía respirar. Tres días después, regresé al hospital... y eso es lo último que recuerdo.

Me indujeron un coma y me trasladaron a Advent Health en Orlando. Me intubaron, me conectaron a una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) y me dieron pocas posibilidades de sobrevivir. A mi familia le dijeron que se despidieran. Pero mi hija Leslie, mi esposo Freddy y muchos amigos y seres queridos se negaron a rendirse. Se unieron en oración, y mi esposo incluso se conectó en vivo para orar por mí y por otros que también luchan por sus vidas.

Contra todo pronóstico, después de 41 días en coma, desperté con vida. Había sobrevivido a la COVID-19, a una insuficiencia respiratoria, a la disfunción multiorgánica e incluso a las convulsiones que sufrí mientras estaba hospitalizada y en recuperación. Mi memoria quedó profundamente afectada y mi cuerpo estaba débil, pero por la gracia de Dios, regresé a casa con mi familia.

Hoy en día, sigo enfrentando problemas de salud: lupus, cardiopatías, EPOC, y recientemente me diagnosticaron nódulos pulmonares y "vidrio esmerilado" en los pulmones. Además, debido a la intubación, las convulsiones y las complicaciones, se me aflojaron los dientes frontales y, durante una convulsión, me caí y perdí uno por completo. Esto ha afectado no solo mi confianza, sino también mi capacidad de hablar y sonreír libremente mientras atiendo a los demás.

El trabajo dental necesario para restaurar mi sonrisa y prevenir una mayor pérdida ósea es urgente y se estima en $6,000. Ya he agotado muchísimo mis recursos económicos debido a años de atención médica, y humildemente les pido cualquier donación que puedan hacer de corazón. Ninguna cantidad es pequeña.

Debido a la falta de un diente, ya estoy perdiendo hueso, y el dentista dice que el procedimiento debe realizarse pronto para evitar mayores complicaciones.

Su apoyo significa mucho para mí.

Gracias por leer mi historia, por apoyarme con fe y por ayudarme a sonreír de nuevo.