Help Lupita Thrive: Kidney Transplant Journey

From/De: Evelin Zamudio and Juan Lopez

"Over the past five years, my daughter Jeanney, or “Lupita,” has faced an incredible and challenging journey just to stay alive. Before she was born, she was diagnosed with multicystic dysplastic kidneys—an unfortunate condition where both of her kidneys did not develop properly in the womb. Since there were no hospitals in New Jersey equipped to treat this in fetuses, my husband and I made the weekly journey to Johns Hopkins Hospital in Baltimore, seeking a high-risk treatment that would give our daughter a fighting chance to grow.

Lupita arrived in this world prematurely at just six months of gestation. The circumstances were dire, with doctors unsure if she would survive, given that many of her vital organs were underdeveloped. To stay alive, she required surgery at just one week old to implant a catheter for daily dialysis. Miraculously, with the constant support of our family and the countless prayers from our community, she survived that critical surgery. However, the years that followed have been filled with struggles for Lupita and our family. She has bravely battled through two strokes and undergone multiple surgeries.

To this day, her routine involves daily dialysis, biweekly doctor visits, and various therapies to aid in her development. We are immensely grateful for the unwavering support of our close family, her dedicated healthcare team, and the wonderful doctors at the Children’s Hospital of Philadelphia (CHOP). My husband’s ability to maintain his full-time job has also been a blessing during these trying times.

After everything we’ve been through, I made the heartfelt decision to donate my kidney to Lupita, hoping it will give her a more fulfilling quality of life. My husband will need to take two months off work to support both her recovery and mine after the surgery. Despite the love and support from family and friends, we find ourselves reaching out to our community for help during this especially challenging period. We feel as though we’re approaching the light at the end of the tunnel, and any assistance you can provide as we navigate these last difficult miles would mean the world to us. Thank you for considering supporting our family in this journey."

“Hoy por nosotros, manana pos ustedes.”… “Today for us, tomorrow for you.”

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Durante los últimos cinco años, mi hija Jeanney, nuestra "Lupita", ha enfrentado un viaje increíble y desafiante solo para mantenerse con vida. Antes de nacer, le diagnosticaron riñones displásicos multiquísticos, una condición desafortunada en la que ambos riñones no se desarrollaron correctamente en el útero. Dado que no había hospitales en Nueva Jersey equipados para tratar esto en fetos, mi esposo y yo hacíamos el viaje semanal al Hospital Johns Hopkins en Baltimore, en busca de un tratamiento de alto riesgo que le diera a nuestra hija la oportunidad de crecer.

Lupita llegó a este mundo prematuramente a los seis meses de gestación. Las circunstancias eran terribles, y los médicos no estaban seguros de si sobreviviera, dado que muchos de sus órganos vitales estaban subdesarrollados. Para mantenerse con vida, requirió cirugía a la semana de edad para implantarle un catéter para la diálisis diaria. Milagrosamente, con el apoyo constante de nuestra familia y las innumerables oraciones de nuestra comunidad, sobrevivió a esa cirugía crítica. Sin embargo, los años que siguieron han estado llenos de luchas para Lupita y nuestra familia. Ha luchado valientemente contra dos derrames cerebrales y se ha sometido a múltiples cirugías. Hasta el día de hoy, su rutina incluye diálisis diaria, visitas quincenales al médico y varias terapias para ayudar en su desarrollo.

Estamos inmensamente agradecidos por el apoyo inquebrantable de nuestra familia cercana, su dedicado equipo de atención médica y los maravillosos médicos del Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP). La capacidad de mi esposo para mantener su trabajo de tiempo completo también ha sido una bendición durante estos tiempos difíciles.

Después de todo lo que hemos pasado, tomé la sincera decisión de donar mi riñón a Lupita, con la esperanza de que le brindé una calidad de vida más satisfactoria. Mi esposo tendrá que ausentarse del trabajo dos meses para apoyar tanto su recuperación como la mía después de la cirugía. A pesar del amor y el apoyo de familiares y amigos, nos encontramos buscando ayuda en nuestra comunidad durante este período especialmente desafiante. Sentimos como si nos estuviéramos acercando a la luz al final del túnel, y cualquier ayuda que pueda brindarnos mientras navegamos por estas últimas millas difíciles significaría mucho para nosotros. Gracias por considerar apoyar a nuestra familia en este viaje.

"Hoy por nosotros, mañana pos ustedes."