Help us bring Abuela home

-Español más abajo-

 

English:

 

Hi, my name is Gina Marie Enriquez, and I am fundraising for legal funds to bring my grandma home from the rehabilitation center she is currently at in Norwood, New Jersey. The funds would cover legal representation as my family tries to get my grandma's guardianship to bring her home, where she would live her days comfortably and surrounded by people who love her. Her court date is set for August 2nd, 2022, and we need to secure an attorney by July 20th, 2022 as per the court's instructions.

 

2022 has been a tough year for my grandma. On December 23rd, 2021, she was found on her bathroom floor falling into hypothermia after having suffered a heart attack while being infected with COVID-19. She was promptly taken to the hospital where she started her initial recovery, and where it was recommended that she temporarily go to a rehabilitation center to regain her strength and mobility after her incident. My mother, who was her closest immediate family at this time, would not share my grandma's location or give clear updates to other family members wanting to help my grandma during this time. At the same time, no one was visiting or answering for my grandma's needs, which has led the rehabilitation center to ultimately start a process to incapacitate her legally and take her guardianship. When we found where my grandma was staying, her sister and niece graciously started bringing her food, visiting her, and bringing her clothes. I also flew up from Mexico, where I live, to visit her for three weeks this June, and to try to understand her situation and figure out how to get her back home.

 

It was during my trip that I learned of the lawsuit to incapacitate my grandma and take her guardianship. The proposed circumstances, should we not be able to apply, would be that my grandma's guardianship is given either to the rehabilitation center or to the State of New Jersey. This is extremely concerning, because her treatment at this center has been aggressive. They have put her on Seroquel, an antipsychotic that has greatly affected her mental state, to which one of the nurses literally said "it's to keep her sleepy", and for some inexplicable reason, they were holding her glasses from her for the past few months, leaving her effectively disoriented and legally blind. Some nurses have tried to paint her as an uncooperative, aggressive patient, when at the same time, she is harshly spoken to in a language she doesn't understand (she only speaks Spanish), aware of the fact that they are forcing her to take medication that wasn't originally part of her regimen and makes her feel disoriented (i.e. Seroquel), and she is aggressively dragged to the showers instead of being spoken to and accompanied gently, as any person would deserve. The ceiling is full of mold in her room, and her dietary needs have been repeatedly ignored.

 

My grandma is indeed in the early stages of memory loss, sometimes forgetting recent conversations. However, she is still extremely present mentally. Our plan is to bring her home so that she can have an aide that assists her with her day-to-day necessities, such as helping her in the kitchen and being present for her showers to make sure she doesn't fall. She asks every day, twice a day, when she'll finally be able to go home. She asks what else she has to do to leave, as she feels imprisoned in her room at the rehabilitation enter. Our main concern is her comfort, her quality of life, and her happiness.

 

Any dollar you can contribute to this cause is very appreciated, and we are praying that we'll be able to bring my grandma home where she belongs.

 

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Español:

 

Hola, me llamo Gina Marie Enriquez, y estoy recaudando fondos legales para traer a mi abuela a casa desde el centro de rehabilitación en el que se encuentra actualmente en Norwood, Nueva Jersey. Los fondos cubrirían la representación legal mientras mi familia trata de obtener la tutela de mi abuela para traerla a casa, donde viviría sus días cómodamente y rodeada de personas que la aman. Su fecha de audiencia está fijada para el 2 de agosto de 2022, y necesitamos conseguir un abogado antes del 20 de julio de 2022 según las instrucciones de la corte.

 

2022 ha sido un año difícil para mi abuela. El 23 de diciembre de 2021 fue encontrada en el piso de su baño, cayendo en hipotermia luego de haber sufrido un infarto al estar contagiada del COVID-19. Rápidamente fue llevada al hospital donde comenzó su recuperación inicial, y donde se recomendó que fuera temporalmente a un centro de rehabilitación para recuperar su fuerza y ​​movilidad después de su incidente. Mi madre, que era su familia inmediata más cercana en ese momento, no compartió la ubicación de mi abuela ni dio actualizaciones claras a otros miembros de la familia que querían ayudar a mi abuela durante este tiempo. Al mismo tiempo, nadie visitaba ni respondía por las necesidades de mi abuela, lo que ha llevado al centro de rehabilitación a iniciar finalmente un proceso para incapacitarla legalmente y quitarle la tutela. Cuando supimos dónde se hospedaba mi abuela, su hermana y su sobrina gentilmente comenzaron a llevarle comida, visitarla y llevarle ropa, además de sacarla a pasear de día, siempre respetando las reglas del centro de rehabilitación. También vine desde México, donde vivo, para visitarla durante tres semanas este junio y para tratar de entender su situación y averiguar cómo llevarla de regreso a casa.

 

Fue durante mi viaje que me enteré de la demanda para incapacitar a mi abuela y quitarle la tutela. Las circunstancias propuestas, si no pudiéramos presentar la solicitud, serían que la tutela de mi abuela se otorgue al centro de rehabilitación o al Estado de Nueva Jersey. Esto es extremadamente preocupante, porque su trato en este centro ha sido agresivo. Le han puesto Seroquel, un antipsicótico que ha afectado mucho a su estado mental, a lo que una de las enfermeras me dijo literalmente "es para mantenerla con sueño", y por alguna razón inexplicable, le habían quitado las gafas desde hace varios meses, dejándola efectivamente desorientada y legalmente ciega. Algunas enfermeras han tratado de pintarla como una paciente poco colaboradora y agresiva, cuando al mismo tiempo, se le habla a mi abuela con dureza en un idioma que no entiende (solo habla español), ella está consciente de que la están obligando a tomar medicamentos que originalmente no formaban parte de su régimen y la hacen sentir desorientada (ej. Seroquel), y la arrastran agresivamente a las duchas en lugar de que le hablen y la acompañen con delicadeza, como cualquier persona merecería. El techo está lleno de moho en su habitación y sus necesidades dietéticas han sido repetidamente ignoradas.

 

Es cierto que mi abuela se encuentra en las primeras etapas de la pérdida de memoria y, a veces, olvida conversaciones recientes. Sin embargo, ella todavía está extremadamente presente mentalmente. Nuestro plan es traerla a casa para que pueda tener un ayudante que la apoye con sus necesidades diarias, como ayudarla en la cocina y estar presente en sus duchas para asegurarse de que no se caiga. Ella pregunta todos los días, dos veces al día, cuándo finalmente podrá irse a casa. Ella pregunta qué más tiene que hacer para salir, ya que se siente prisionera en su habitación en el centro de rehabilitación. Nuestra principal preocupación es su comodidad, su calidad de vida y su felicidad.

 

Se aprecia desde el fondo del corazón cualquier pesito que pueda contribuir a esta causa, y rezamos para poder llevar a mi abuela a casa, donde pertenece.