¡Ayuda! Prisionero en mi casa desde los 15 años.

*Spanish*

Hola, mi nombre es Josu y tengo 33 años. Resido en un pequeño pueblo de Guipúzcoa. Mi historia de vida tomó un giro drástico a los 12 años, cuando me diagnosticaron un cáncer, Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA). A los 13, me sometí a un trasplante de médula ósea, que afortunadamente, resultó exitoso, aunque no sin contratiempos. Uno de estos fue desarrollar una enfermedad degenerativa llamada Esclerodermia, que me confinó a una silla de ruedas a los 15 años. Desde entonces, mi casa se ha convertido en mi prisión, ya que no puedo salir al exterior.

Si tuviera que contar las veces que he salido para disfrutar en estos 18 años, el número no superaría las 120 veces, y se preguntarán, ¿por qué? La razón es simple: desde que quedé en silla de ruedas, mi familia y yo hemos estado luchando incansablemente para que se instale un ascensor en nuestro edificio, una iniciativa que nuestros vecinos rechazaron en aquel momento, ya que la legislación no les obligaba. Este fondo de recaudación representa mi última esperanza para lograr este cambio vital; si no funciona, seguiré atrapado en mi casa, cumpliendo una condena cuya única causa es la falta de un ascensor.

Quizás se pregunten por qué no vendimos el piso. Bueno, lo intentamos, pero no tuvimos éxito debido a su amplio tamaño. Además, el pasillo de mi casa ha sido crucial para mantener la movilidad en mis piernas, que aunque es limitada, me permite evitar un deterioro mayor, especialmente dado que sufro de úlceras de segundo o tercer grado en los pies.

A día de hoy, la ley favorece la instalación de un ascensor si hay una persona con discapacidad en el edificio. No obstante, enfrentamos un obstáculo financiero considerable. Solo somos cuatro vecinos en el edificio, y nuestra parte para la instalación asciende a 40,000€. Sin embargo, con el paso del tiempo y el incremento de los costos, el presupuesto actual ronda los 60.000€. Mis padres no pueden acceder a un préstamo, ya que mi madre se dedica a cuidarme a tiempo completo y mi padre, que se jubila en un año, es el único con ingresos. Su salario apenas cubre nuestras necesidades básicas, por lo que recurro a esta recaudación como último recurso.

Sé que es una suma considerable y la tarea es titánica, pero si logramos el objetivo, mi gratitud será eterna. Esto me permitirá salir de mi prisión domiciliaria y experimentar una vida “normal” dentro de mis circunstancias. Si deseas más información o charlar conmigo, no dudes en contactarme. Agradezco de antemano a todos por su apoyo.

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*English*

Hello, my name is Josu and I am 33 years old. I live in a small town in Guipúzcoa. My life story took a drastic turn at age 12, when I was diagnosed with cancer, Acute Lymphoblastic Leukemia (ALL). At 13, I underwent a bone marrow transplant, which fortunately, was successful, although not without setbacks. One of these was developing a degenerative disease called Scleroderma, which confined me to a wheelchair at age 15. Since then, my house has become my prison as I cannot go outside.

If I had to count the times I have gone out to enjoy myself in these 18 years, the number would not exceed 120 times, and you might wonder, why? The reason is simple: since I became wheelchair-bound, my family and I have been fighting tirelessly to have an elevator installed in our building, an initiative that our neighbors rejected at the time, since the legislation did not require them to do so. This fundraising fund represents my last hope to achieve this vital change; If it doesn't work, I'll still be stuck in my house, serving a sentence whose only cause is the lack of an elevator.

You may wonder why we didn't sell the apartment. Well, we tried, but were unsuccessful due to its large size. Additionally, the hallway in my house has been crucial in maintaining mobility in my legs, which although limited, allows me to avoid further deterioration, especially since I suffer from second or third degree foot ulcers.

Today, the law favors the installation of an elevator if there is a person with a disability in the building. However, we face a considerable financial obstacle. There are only four neighbors in the building, and our share for the installation amounts to €40,000. However, as time goes by and costs increase, the current budget is around €60,000. My parents cannot access a loan, since my mother is dedicated to taking care of me full-time and my father, who retires in a year, is the only one with income. His salary barely covers our basic needs, so I resort to this collection as a last resort.

I know it is a considerable sum and the task is titanic, but if we achieve the objective, my gratitude will be eternal. This will allow me to leave my house arrest and experience a “normal” life within my circumstances. If you want more information or to chat with me, do not hesitate to contact me. I thank everyone in advance for their support.