Un audifono para que Patricia pueda escuchar
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Hola, soy María Matienzo
Desde que nació yo le decía Patricia Felicidad aunque realmente se llama Patricia de la Caridad. Mi sobrina es gemela con otro bebé y nacieron tras un parto difícil. Ella, de los dos, fue la que más sufrió. Estuvo un mes en terapia. Las medicinas que le salvaron la vida -Amicacina y vancomicina- le provocaron discapacidad auditiva por intoxicación.
Nos dimos cuenta muy temprano. No respondía a los estímulos sonoros como lo hacía su hermano. Desde los 6 meses estamos intentando que no sea la “pobrecita” de la familia. Ya tiene casi 3 años y aunque es una niña muy sociable e inteligente aún no habla porque los dispositivos que usa generan mucho ruido y a penas puede identificar los sonidos.
Gracias a una amiga hemos logrado encontrar una clínica en España que vende los audífonos que necesita, los de la misma marca que usa y que en el hospital donde la atienden pueden calibrarlo según su necesidad auditiva. Gracias a esta amiga también hemos logrado un arreglo en el precio pero seguimos teniendo un problema económico. Las familias de afrodescendientes tenemos menos posibilidades de recibir remesas y por tanto, menos recursos para solventar necesidades básicas. Los audífonos Phonak y Oticón de la gama estándar cuestan 2500 euros.
Para que Patricia pueda un día escuchar y hablar como lo hace su hermano no me queda más opción de pedirle ayuda a todos los amigos que quieran ayudarme. Tristemente con nuestros trabajos no llegamos ni por asomo a esta cifra.
Gracias todos y ayúdennos aunque sea compartiendo el link.
Desde que nació yo le decía Patricia Felicidad aunque realmente se llama Patricia de la Caridad. Mi sobrina es gemela con otro bebé y nacieron tras un parto difícil. Ella, de los dos, fue la que más sufrió. Estuvo un mes en terapia. Las medicinas que le salvaron la vida -Amicacina y vancomicina- le provocaron discapacidad auditiva por intoxicación.
Nos dimos cuenta muy temprano. No respondía a los estímulos sonoros como lo hacía su hermano. Desde los 6 meses estamos intentando que no sea la “pobrecita” de la familia. Ya tiene casi 3 años y aunque es una niña muy sociable e inteligente aún no habla porque los dispositivos que usa generan mucho ruido y a penas puede identificar los sonidos.
Gracias a una amiga hemos logrado encontrar una clínica en España que vende los audífonos que necesita, los de la misma marca que usa y que en el hospital donde la atienden pueden calibrarlo según su necesidad auditiva. Gracias a esta amiga también hemos logrado un arreglo en el precio pero seguimos teniendo un problema económico. Las familias de afrodescendientes tenemos menos posibilidades de recibir remesas y por tanto, menos recursos para solventar necesidades básicas. Los audífonos Phonak y Oticón de la gama estándar cuestan 2500 euros.
Para que Patricia pueda un día escuchar y hablar como lo hace su hermano no me queda más opción de pedirle ayuda a todos los amigos que quieran ayudarme. Tristemente con nuestros trabajos no llegamos ni por asomo a esta cifra.
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Organizer
Gretell Salermo
Organizer
Las Vegas, NV