La niña más lista del Nilo

Tras perderlo todo por culpa de la guerra, una niña sursudanesa consiguió huir a Kenia y convertirse en la mejor alumna de su escuela. Su sueño es ser médico. Ahora, el gobierno keniano amenaza con expulsarla a ella y a su familia.
 

Desde hace unos meses, el gobierno de Kenia ha iniciado una serie de redadas para expulsar a migrantes ilegales en su país. La medida está a punto de destrozar un esfuerzo brutal y un sueño que parecía imposible. La protagonista quizás os suena si habéis leído mi libro Hijos del Nilo. Es Grace. (Aquí en abierto el capítulo en el que hablo de ella  )

Por resumir (a partir de un hilo de tuits que escribí): soy periodista y conocí a Grace hace unos años en Sudán del Sur. Grace entonces tenía 15 años, vivía junto al Nilo porque la guerra le había quitado todo. Supe que nunca iba a encontrar a una niña tan brillante y con tantas ganas de estudiar como ella. Escribí de ella en La Vanguardia aquí .

Tras aquel artículo, un médico jubilado (no me quiso decir su nombre) me llamó: quería pagarle los estudios. Grace atravesó sola un país en guerra para ir a estudiar a Kenia. Lo logró. Pese a no hablar bien suahili pronto fue la mejor alumna de la escuela. Aquí seguí su historia tiempo después . 

A escondidas, y quitándose de comer, Grace llevó a Kenia a su padre y 3 hermanos. Tras años de estudio, Grace debía hacer el mes que viene el examen de acceso a la Universidad. Pero esta semana todo se fue al carajo. Por la noche, la policía reventó la puerta de su casa: buscaban migrantes ilegales. 

A golpes, la policía les ha llevado a comisaría (pedían sobornos para evitarlo pero Grace no tenía suficiente) y allí había cientos de personas. Todos extranjeros: sursudaneses, somalíes, indios... Apiñados como animales, sin comer, les han dicho que levantan cargos contra ellos. Si nada cambia: deportados.

El director de la escuela de Grace ha intercedido y Grace ha podido dormir en casa, libre pero sola y asustada: su padre de 68 años y sus hermanos (de 11,13 y 16 años) siguen en la cárcel. Les dicen que si los niños no pagan una multa y legalizan sus papeles, fuera.

Las autoridades les piden casi 900€, entre multa y regularización, a cada inmigrante. Una auténtica fortuna para ellos. “La gente no para de llorar”, me decía Grace por teléfono. La situación de su padre parece peor: como no es menor y no tiene trabajo ni papeles, probablemente le expulsarán a Sudán del Sur. La semana que viene juzgan su caso. 

Esta situación no es nueva. Hace meses, Kenia inicio redadas para expulsar a ilegales somalíes. También les pedían fortunas para evitar echarlos. En las últimas semanas, la policía ha aumentado la presión y pide documentación a cualquier extranjero que viva en el país, también a occidentales, aunque el trato es bastante peor a los africanos. 

Grace está aturdida, sin saber qué hacer. A un mes del examen definitivo, de la prueba que le abría la universidad, la nada. Ser refugiado es el miedo de Grace esta noche, sola en casa, mientras sus hermanos y padre siguen en el calabozo. Porque, pese al esfuerzo, la expulsión siempre está al acecho. Siempre todo puede hundirse en el último instante. Ojalá se pueda solucionar lo de Grace. 

Abro esta campaña para pedir fondos con los que: 

a) Conseguir sacar del calabozo a Grace, sus tres hermanos y su padre. Contrataremos a un abogado para que les ayude en toda esta situación y el proceso posterior. 

b) Iniciar el proceso para legalizar su documentación y permtir su estancia en Kenia para que los niños puedan seguir estudiando

c) en caso de que se cumpla el objetivo de recaudación y sobren fondos, el resto de dinero será enviado íntegramente a Grace y su familia para sus gastos de comida, alquiler, etc 

He reducido la fecha de finalización por la urgencia del caso. Ahora mismo, Grace desconoce cómo irá el proceso, pero ante el temor de que las deportaciones se ejecuten rápidamente, he preferido que puedan disponer del dinero —ojalá se logre— lo antes posible.

Muchas gracias.